¡Qué días más ajetreados! Mientras los españolitos de a pie se van de vacaciones, aquí estoy yo, dando el callo, para que luego digan que no trabajo… y que no viajo. Sí, sí, que no viajo decían unos y otros. Pues mira: ayer en Canarias y hoy en Cataluña y Palma de Mallorca. Vamos que me estoy pareciendo a Willy Fog. Aunque, bien pensado, el que se parece, de verdad, a Fog es Manuel Marín, con su barbita, tan formal y respetuoso con la Institución como es él….jajajaja ¡Qué travieso soy! Cuando se lo diga a Pepiño se va a partir. ¡Ah! Ahora que me acuerdo, a Manuel tengo que buscarle un puestecillo por ahí, para la próxima legislatura, que lo del Congreso ya lo tengo comprometido con Bono y cualquiera le dice a ese ahora que no. Con lo que le gusta figurar, ahí arribota va a sentirse el amo del mundo, y, así, me dejará a mi tranquilo, porque egqueeeee (jjajjjajaj) no hace más que poner pegas a todo. A ver si así se calla de una vez.
Bueno, como iba diciendo, (es que me enrollo más de la cuenta. Será la costumbre. Me voy por las ramas, por las ramas y cuando me doy cuenta estoy en la copa y nadie se ha enterado de nada, que es lo que yo quiero) llevo unos días que no paro. Anoche, cuando llegué a casa, “Sonso”, que me estaba esperando, me dijo que como siguiera así, a este ritmo, iba a perder el pellejo, y tiene razón, entre otras cosas porque “Sonso” siempre tiene razón. Así que, a ver si acabo ya con lo que me traigo entre manos y me voy de vacaciones. Eso, claro, si a Puras le da la gana, porque todas las semanas saca un invento nuevo para liarlo todo un poco más y, claro, tengo que salir yo (como no) y deshacer el entuerto.
Y, hoy, como final de mi larga jornada laboral, he despachado con el Rey. Hemos hablado de lo divino y de lo humano (ya se sabe, su Majestad es la mar de simpático y muy campechano): de la familia, de los incendios, de los apagones, del tiempo, de las vacaciones, y de otras muchas cosas más. Iba a relatarle a don Juan Carlos la operación secreta “secuestro-El Jueves” y cómo Cándido que vio una portada en la que salía una caricatura de don Felipe y doña Leticia desnudos en una postura un tanto comprometedora, secuestró la publicación para que nadie la pudiese ver, pero me han dicho, a última hora, que un tal Flórez, que nos espiaba para facilitar información a los rusos, jodió la operación y, al final, según parece, se ha enterado todo el mundo, menos yo. Después, como estaba muy cansado y bastante harto de dar explicaciones a los periodistas, he anulado la rueda de prensa. Total, para lo que iba a decir…
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